INVITACIÓN
<<Es tan sencillo como complicado querer transmitir a través de la unión coherente de las letras: sentimientos, experiencias, penas, tristezas, alegrías, triunfos, sueños, propósitos, entre un sinfín, aún mayor de sensaciones, actitudes y acciones humanas. No es fácil, no será fácil pero la fuerza espiritual me ayudará a hacerlo sencillo.
Es alentador e inspirador comenzar a escribir un libro viendo el horizonte infinito del mar, viendo un amanecer en la selva africana, una puesta de sol en el desierto del Sahara o sumergido en cualquier parte de la naturaleza en la geografía universal.
Todo esto es maravilloso, pero créanme, nada puede ser más desafiante, consolador, apasionante y triste, que iniciar la escritura de un libro desde un calabozo.
Y es desde mi calabozo, tras los barrotes, en este cementerio de muertos que caminan, "La Cárcel", donde comencé a darle sentido a la unión con la coherencia que permite mi espíritu y mente de todas estas letras que leerás a continuación. ¡Gracias por ser tú, desde ya, parte de esta historia!...>> "Arturo"
Y es desde mi calabozo, tras los barrotes, en este cementerio de muertos que caminan, "La Cárcel", donde comencé a darle sentido a la unión con la coherencia que permite mi espíritu y mente de todas estas letras que leerás a continuación. ¡Gracias por ser tú, desde ya, parte de esta historia!...>> "Arturo"
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1 comentario:
Ante todo hagamos mención a los sueños, eso que todos tenemos y a veces se queda a la vereda del camino EL PROYECTO es un un sueño que no quiso la vereda y caminó al lado de su mentor el Sñr. Victor, señor porque cumplió su sueño, y a todos esos que no se desaniman y hacen caso omiso de esas personas venenosas que pueden contagiar el camino creo que debemos llamarles Señor, pararnos a escuchar por un momento sabias palabras. Ahora....hablemos del libro esas 199 páginas de un hombre de andar por casa, esas 199 páginas que se resumen en el esfuerzo de varias personas, esas 199 páginas escritas con las mejores intenciones, esas 199 páginas escritas para hacer un llamamiento, esas 199 páginas que me enseñaron a mirar donde estoy parado, esas 199 páginas que deja al descubierto el patetismo de un sistema social basado en las desigualdades. Que decir del Capitán Broni, personaje enigmatico que cada vez que forma una oración nos cautiva con esa experiencia sin igual, contagiándonos ese amor por la mar, Capitán ese hombre que cada vez que saltamos de letra en letra genera algo en nosotros y lo imaginamos a nuestro lado. Hay que darle licencia al escritor y aplaudir esa facilidad con la que nos transmitió al capitán, así como lo vio y sintió quiso hacer participe a este inexperto humano de esa exquisita compañia
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